El Toma Café es uno de esos sitios en los que cuesta reparar, porque está situado en un tramo de la Calle de la Palma poco transitado, pero al que vuelves una vez que has probado su café, para nosotros uno de los mejores de Madrid: cremoso y preparado con cariño.
El local es un pequeño espacio con apenas lugar para sentarse, en el que es habitual que se formen largas colas de gente que va a buscar su café para llevar. Muy cercano a la Escuela de Arte, su clientela procede mayoritariamente de allí (estudiantes, profesores), aunque también empieza a ser un punto de encuentro de guiris y hipsters. Y una parada obligada para todo cafetero de bien.
Algo que nos gustó mucho es su sistema de puntos: cada diez cafés te regalan uno, para lo que te entregan una tarjeta en la que sellan cada consumición. Lo cual, con los tiempos que corren, está genial.
En definitiva, un sitio más enfocado a disfrutar de un buen café que a pasar largos ratos en él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario